La meta era llegar a todas esas casitas que pueden observarse desde la cima del Oro, ahí debajo de farallones, por sector San Vicente.
Una ruta muy extensa y llena de columpios y con un porcentaje de camino ciertamente desconocido. mejor dicho nos fuimos de aventura.
Tomamos como ya es costumbre la única ruta que nos lleva en la madrugada hasta pueblo Pance, la buseta recreativo que pasa por la Simón Bolívar, días lunes a sábado hora 5 am,, aclaro los domingos normal desde las 6 am.
Iniciamos ascenso después de registrarnos en el topacio, con los señores guardabosques, a eso de las 5:50 am, junto a varios grupos que también decidieron madrugar para evitar la restricción de 30 personas por día. (para subir a pico del oro, se viene manejando la estrategia de solo permitir 30 personas por día, debido al auge de caminantes que estaban subiendo en un día).
Con morrales cómodos y charlando plácidamente, no caminamos muy rápido, mas bien, un tanto relajados, llegamos a la cima del Oro, a eso de las 9 am, allí estuvimos hasta las 10 de la mañana, estaba muy despejado y majestuosos se podían ver los farallones.
Rutas trasadas con dispositivo garmin
Aquí el grupo conformado por Vivían, Julieta, William y Luis Zuleta. foto en el topacio
tomando agüita de la piedra
Descanso para comer alguna fruta, estamos en la desviación a San Vicente, llegando a pico del Oro.
Descendiendo desde el Oro, hasta la trocha de San Vicente, se van varias horas, en muchos columpios, hay mucha maleza y por momentos se pierde el sendero.
Esta amiga estaba en el camino, suerte que estaba haciendo la siesta, es una Mapana o talla x, muy venenosa por cierto.
Después de observarla por un buen rato, decidimos seguir hacia la búsqueda de un lugar para almorzar
Este es el sendero de las moritas, con una buena planicie donde nos alimentamos a eso de la 1 pm.
luego continuamos para mas abajo encontrar el sendero que nos llevaría a la entrada para descender atrás de san Vicente.
A partir de allí, todo era nuevo ya que ninguno de nosotros conocíamos la ruta, nos fuimos de aventura, mirando y decidiendo hasta donde nos llevarían nuestros sueños.
A partir de allí, todo era nuevo ya que ninguno de nosotros conocíamos la ruta, nos fuimos de aventura, mirando y decidiendo hasta donde nos llevarían nuestros sueños.
En resumen, llegamos hasta la parte posterior de pico del Oro, en lo denominado San Miguel.
Se pudo observar pico del Oro, desde otra perspectiva, conocimos el nacimiento del Río Jamundí.
Llegamos a la choza que vimos desde la cima del Oro, descubrimos que esa ruta es la que lleva a todo el sector de las casitas que el caminante ve desde el Oro.
Esta salida tomo 2 días, retornando a casa por San Vicente.
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